9/12/11

Retiro Dorado.



Hace apenas pocos días coincidían en el tiempo varias noticias en relación al MMO más popular de todo occidente: World of Warcraft. En primer lugar, se celebraba el séptimo aniversario del título de Blizzard, que no es poca cosa dados los tiempos que corren en nuestra industria; en segundo lugar, se confirmaba el lanzamiento inminente del parche 4.3 (del que ya se están descargando los archivos pertinentes en segundo plano cuando iniciamos el juego) que trae nuevo contenido – gratuito – a los servidores y que inicia una nueva temporada de arenas. Y por último, que continúa el sangrado de suscriptores, con más de un millón en el último semestre, que poco a poco se desvinculan del producto y dejan de abonar mensualmente sus respectivas cuotas. Esto último ha provocado reacciones de todo tipo – inclusive la caída  lenta pero paulatinamente.de las acciones de Activision en bolsa – pero en realidad creo que la situación merece un análisis que huya del dramatismo fanático y del recurrente “WoW doomed”.
Y es que la realidad habla por sí sola: World of Warcraft tal vez no sea el juego multijugador masivo más jugado actualmente, pero si quitamos de las listas todas las alternativas “free2play” como League of Legends (con 32 millones de usuarios registrados y más de 4 millones de personas jugando a diario), sus diez millones de cuentas que cumplen religiosamente con los pagos mes a mes le otorgan una salud ciertamente envidiable, amén de una fuente de ingresos importantísima para la compañía californiana. Además, la verdad por delante, no existe otro título de estas características con mayor cantidad de contenido a todos los niveles. Y sin embargo, la base de usuarios disminuye

En mi opinión eso se debe a unos pocos factores; el primero, que siete años son muchos, para cualquier cosa. Cierto que WoW ha ido añadiendo contenido (con 3 expansiones) y que tras Cataclysm se ha “reinventado” para que los jugadores veteranos pudieran volver a disfrutar pasando por los parajes que ya habían cruzado centenares de veces. Pero siguen siendo muchos años y la gente, al final, se cansa de jugar siempre a lo mismo. A nivel técnico el hastío también se nota: el juego es accesible para un gran parque de ordenadores, correcto, pero los que compraron un equipo de 4 años en adelante ven como todas las alternativas, sin excepción, le dan un viaje al título de Blizzard que lo dejan temblando en este aspecto. La crisis mundial, por qué no ponerla aquí también, hace que la gente necesite recortar gastos de allí donde son más prescindibles. Habiendo alternativas jugables “gratis”, pues la gente se lo piensa antes de abonar más de cien euros al año por un mismo juego. Y por último, el doble filo de los “resets” que Blizzard aplica al juego cada cierto tiempo y que de alguna manera ningunea las horas invertidas matando NPCs o en PVP. Hablo naturalmente de la adición de mejores armas o lotes, que evidentemente propician que muchos quieran poseer las nuevas versiones pero frustra a otros cuantos. Hablo aquí por propia experiencia también.

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